jueves, 4 de diciembre de 2008

miércoles, 3 de diciembre de 2008

Introducción


La delincuencia juvenil es un fenómeno representativo de nuestra sociedad actual.
Es un conjunto de infracciones cometidas contra el orden público que crece cada día más, no solo en nuestro país, sino también en el mundo entero.
La
delincuencia juvenil es un fenómeno social que pone en riesgo la seguridad pública, así mismo va contra las buenas costumbres establecidas por la sociedad.
Es un fenómeno de ámbito mundial, ya que se extiende desde las zonas más exclusivas hasta los suburbios de las grandes ciudades; desde las familias adineradas o acomodadas hasta las más pobres o de escasos
recursos, es un problema que se da en todos los estratos sociales y en cualquier parte de nuestra civilización.
Este problema social es una de las preocupaciones más agobiantes de los gobiernos.

La delincuencia juvenil

La delincuencia es un conjunto de infracciones de fuerte incidencia social cometidas contra el orden. Es el acto de quebrantar la ley. La ciencia social que estudia las causas y circunstancias de los distintos delitos, la personalidad de los delincuentes y el tratamiento adecuado para su represión es la CRIMINOLOGÍA.
No se han elaborado
estadísticas fiables que permitan asegurar en qué clase social tiene más incidencia el problema de la delincuencia juvenil, porque tienen distinta trascendencia social e incluso penal los delitos cometidos por jóvenes de clase baja que los de la clase alta o acomodada. En cambio, sí se ha estudiado la composición por sexos de la delincuencia juvenil, llegándose a la conclusión de que hay tres o cuatro veces más muchachos que muchachas delincuentes. Asimismo el estudio de las pandillas de jóvenes que cometen delitos ha revelado que la mayoría de las bandas se compone sólo por varones, alguna vez se trata de pandillas mixtas y resulta muy extraño el caso de grupos con estas características formado en exclusiva por chicas.
La delincuencia juvenil ha aumentado de forma alarmante en los últimos tiempos, pasando a ser un problema que cada vez genera mayor preocupación social, tanto por su incremento cuantitativo, como por su progresiva peligrosidad.
La delincuencia juvenil es una característica típica de
sociedades que han alcanzado un cierto nivel de prosperidad y, según los análisis es más habitual en los países anglosajones y nórdicos que en los euro mediterráneos y en las naciones en vías de desarrollo.
Es decir, en las sociedades menos desarrolladas la incidencia de la delincuencia juvenil es menor que en las comunidades más avanzadas.
Con este
trabajo se trata de conocer las causas o motivaciones de este gran problema social, el que se ha incrementado alarmantemente en los últimos tiempos. Para poder dar solución; rescatando a los jóvenes que se encuentran atrapados dentro de ella.
Con este
objetivo los diferentes gobiernos establecen programas diversos destinados a recuperar los valores perdidos, mejorar las condiciones de su entorno programando charlas de orientación, etc.

Concepto

La
delincuencia es un conjunto de infracciones de fuerte incidencia social cometidas contra el orden público (cuyo estudio, a partir de una definición dada de legalidad, considera la frecuencia y la naturaleza de los delitos cometidos) y criminología (que considera la personalidad, las motivaciones y las capacidades de reinserción del delincuente).

Causas y consecuencias de la delincuencia juvenil

CAUSAS:

-Factor Personal: Aquí se contemplan anormalidades mentales (como imbecilidad y retardo mental) ; también psíquicas, como la psicopatía, la psicosis y otras enfermedades mentales.
-Factores Sociales: Aquí se contemplan: el ambiente familiar o extrafamiliar (influencia nociva de los lìderes negativos del barrio).
- La falta de una polìtica educativa, que se proponga reforzar valores y orientar a los jòvenes por caminos correctos y con una visiòn optimista del futuro.- Los medios de comunicación masivos, que transmiten antivalores, que no aportan nada a la cultura, series y programas donde lo central es la violencia, la sexualidad descarnada. De otro lado magnifican las noticias de los acontecimientos antisociales, marqueteando asì una cultura de la violencia.- La falta de portunidades de empleos, que les permita satisfacer sus necesidades de una manera lìcita, a falta de ello, muchos de los jóvenes (especialmente los de zonas marginales) recurren a medios delictivos.- La desorganización familiar.
- El abandono moral de los padres y la falta de comunicaciòn, entre estos y sus hijos, se constituyen facilitadores para ingresar a la carrera delictiva a edades tempranas.

CONSECUENCIAS
-El desequilibrio mental es una de las mayores consecuencias que afecta a los jóvenes que ingresan en la delincuencia.
-La desintegración familiar o el deterioro del núcleo familiar.- La promiscuidad sexual y la falta de valores morales, arriesgan al contagio de enfermedades de transmisión sexual, incluyendo el VIH.
-La destrucción de los valores.
- Las muertes prematuras por causas de las llamadas broncas callejeras.

El perfil del delincuente juvenil


- Impulsivo: Poco o casi nada controlan los impulsos, su capacidad de control es pobre; por lo que se guìan más por el principio del placer que por el de la realidad.- Afán de Protagonismo: Llamar la atenciòn de una manera matonesca y abusadora.- Fracaso escolar :Marcada falta de interés en los estudios, o nivel intelectual pobre que no les facilita el aprendizaje, y como consecuencia viene la deserciòn escolar.- Consumidor de drogas: Son hedonistas, buscan el placer y la sensibilización mediante sustancias psico-activas, las que deshiniben el control de los impulsos.- Baja autoestima: No se quieren y proceden por lo regular de hogares destruidos por la violencia, el maltrato y la indiferencia afectiva de los padres.- Agresivo :La agresividad es uno de sus principales rasgos, disfrutan agrediendo y mediante la agresión se vuelven dominantes e intimidadores.- Sin habilidades Sociales: No poseen un código que les permita las relaciones saludables con los demás.- Poco equilibrio emocional: Son inestables, làbiles e inconsistentes en la expresión de sus emociones.- Inadaptado: No logran adaptarse a normas, códigos y leyes sociales; ellos establecen sus propias normas, sus propios códigos que van en contra de lo establecido, eso da pase a la comisión del delito.- Frustrado: Una de las màs fuertes es la frustración afectiva, por lo regular han tenido padres poco gratificantes, que no les han nutrido de amor, carentes de esto se vuelven sensibles a la negatividad. Lo que les hace rumiar constantemente el odio y el rencor. No poseen capacidad de aguante a la frustración. No soportan que las cosas no les salga como ellos lo desean.
Como ya hemos podido observar la
Delincuencia Juvenil
es problema social que altera el orden público y como tal tiene causas o factores que la originan:
1. La violencia

Consiste en la presión ejercida sobre la voluntad de una persona, ya sea por medio de fuerzas materiales, o acudiendo a amenazas, sus víctimas sufren problemas psicológicos para toda la vida.
La
violencia es un elemento que se encuentra comúnmente en la delincuencia juvenil y es uno de los factores que influyen a los jóvenes a cometer actos ilícitos.

1.1 Causas Biológicas

Se ha mencionado al síndrome de déficit de
atención como causa de problemas de conducta, que sumados a la impulsividad característica del síndrome, pueden producir violencia.
Los trastornos hormonales también pueden relacionarse con la violencia: en las mujeres, el síndrome disfórico de la fase luteínica se describió a raíz de los problemas de violencia presentes alrededor de la menstruación, específicamente en los días 1 a 4 y 25 a 28 del
ciclo menstrual, pero el síndrome no se ha validado con estudios bien controlados, aunque se ha reportado que hasta el 40 por ciento de las mujeres tienen algún rasgo del síndrome y que entre el 2 y 10 por ciento cumplen con todos los criterios descritos para éste. De 50 mujeres que cometieron crímenes violentos, 44 por ciento lo hizo durante los días cercanos a la menstruación, mientras que casi no hubo delitos en las fases ovulatoria y postovulatoria del ciclo menstrual.

1.2 Causas Psicológicas

La violencia se relaciona de manera consistente con un trastorno mental.
El trastorno antisocial de la
personalidad se establece entre los 12 y los 15 años, aunque a veces antes, y consiste en comportamiento desviado en el que se violan todos los códigos de conducta impuestos por la familia, el grupo, la escuela, la iglesia, etc. El individuo actúa bajo el impulso del momento y no muestra arrepentimiento por sus actos. Inicialmente esta violación persistente de las reglas se manifiesta como vandalismo; crueldad con los animales; inicio precoz de una vida sexual promiscua, sin cuidado respecto al bienestar de la pareja; incorregibilidad; abuso de sustancias; falta de dirección e incapacidad de conservar trabajos; etc. Salvo que tengan una gran inteligencia o que presenten formas menos graves del trastorno, fracasan en todo tipo de actividades, incluyendo las criminales, ya que carecen de disciplina, lealtad para con sus cómplices, proyección a futuro, y siempre están actuando en respuesta a sus necesidades del momento presente.
El trastorno es cinco a diez veces más frecuente en hombres que en mujeres. Como estos sujetos están más representados en los estratos más pobres, hubo alguna discusión sobre si
la pobreza induce o potencia estas alteraciones. Esto se ha descartado: los individuos con trastorno antisocial de la personalidad, por su incapacidad de lograr metas y conservar empleos, tienden a asentarse naturalmente en los estratos de menores ingresos.

1.3 Causas Sociales
La desigualdad económica es causa de que el individuo desarrolle desesperanza. No se trata de la simple pobreza. Hay países o comunidades muy pobres, en los que desconocen el robo y la violencia de otro tipo. Sin embargo, la gran diferencia entre ricos y pobres y sobre todo la imposibilidad de progresar sí causa violencia la frustración se suma a la evidencia de que no hay otra alternativa para cambiar el destino personal.

1.4 Entorno Familiar
En la familia, los dos factores que con más frecuencia se asocian al desarrollo de violencia es tener familiares directos que también sean violentos o que abusen de sustancias tóxicas.

1.5 Características del individuo Violento
En los individuos violentos vemos la
interacción de los trastornos descritos. Por ejemplo, en los delincuentes se encuentran los siguientes rasgos.
1.
Socialización pobre como niños: pocos amigos, no los conservaban, sin ligas afectivas profundas, etc.
2. Poco supervisados o maltratados por sus padres: los dejaban solos, a su libre albedrío, y cuando estaban presentes, los maltrataban.
3. Buscan sensaciones en forma continua: desde chicos son "niños problema," y los mecanismos de
control social no tienen gran influencia sobre ellos.
4. Manejan prejuicios como base de su repertorio: "todos los blancos negros, mujeres, hombres son así"
5. Abusan del
alcohol.
6. Nunca han
estado seriamente involucrados en una religión principal.
7. Carecen de remordimientos, o aprenden a elaborar la culpa y así evitarlos.
8. Evitan asumir la
responsabilidad de sus actos: construyendo casi siempre una pantalla o justificación que suele ser exitosa para librarlos.

2. La Frustración


Es el sentimiento de insatisfacción que existe en el ser o el individuo
Cuando no llega a cumplir un objetivo o meta trazada que en este caso sería la superación y el progreso.
-Es creado emocionalmente
-Distorsiona la personalidad
-Conduce a la introversión.

3. La delincuencia juvenil y entorno social

El estudio de la criminalidad juvenil constituye un tema de actualidad, no sólo del
derecho penal, sino también de la criminología y de las ciencias conexas. El constante aumento de los conflictos sociales, y con ellos el de la delincuencia, ha incrementado el interés por el tema, tanto en los países industrializados o centrales, como también en los llamados países periféricos, como son los de América Latina.
Para comprender el interés por el
análisis y la búsqueda de soluciones para la delincuencia juvenil, es necesario ubicar este fenómeno dentro de la problemática de la sociedad actual. La estructura social en que les ha tocado vivir a los niños y jóvenes de hoy, está caracterizada por una complejidad cada vez mayor, donde la búsqueda de soluciones no depende ni de fórmulas tradicionales, ni de líderes carismáticos.
La delincuencia juvenil se ubica, por lo menos en
América Latina, dentro de un contexto social caracterizado por grupos de niños y adolescentes ubicados dentro de niveles de miseria o pobreza, desempleo, narcotráfico, concentración urbana, baja escolaridad o analfabetismo, agresiones sexuales y desintegración familiar. A estos grupos sociales se les ha negado todos los derechos humanos, tales como el derecho a la vida, la salud, la educación, la vivienda, en fin, el derecho al desarrollo.
Por último, se puede manifestar que la delincuencia juvenil es el resultado de la combinación de diversos factores de
riesgo y respuesta social. Se presenta en toda sociedad, en donde los antivalores de violencia, agresividad, competencia salvaje, consumo, se imponen a los valores supremos de la sociedad, como la tolerancia, la solidaridad y la justicia.

La delincuencia juvenil femenina y su comparación con la masculina



La delincuencia juvenil femenina comenzó a estudiarse específicamente a finales de los años 60, momento en el que, con el movimiento de liberación de la mujer, se comienza a percibir socialmente un aumento considerable de la misma.
Como principales teorías acerca de la delincuencia femenina podemos destacar, fundamentalmente, las siguientes:
· Teorías clásicas: biológicas, psicoanalíticas y psiquiátricas.
· Teorías intermedias de índole individualista con proyección social: Thomas, Pollack, Cowie.
· Teorías de carácter social: enfoque funcionalista (teoría del rol y teoría de la igualdad de oportunidades) y enfoque crítico (teoría del control social y teoría de la dependencia económica).
Las teorías clásicas trataron de explicar el fenómeno de la delincuencia femenina sobre la base de aspectos individuales, bien de contenido biológico (anormalidades bioantropológicas, desarrollo sexual, etc.), bien de contenido psicoanalítico o psiquiátrico, en los que subyacía siempre la equiparación entre delincuencia femenina y trastornos biológicos o psíquicos.
Y, pese a haber sido superadas científicamente, lo cierto es que estas teorías están fuertemente arraigadas en la sociedad y han influido notoriamente en los trabajos criminológicos hasta épocas recientes, como en SMART, quien concibe a la mujer delincuente como una enferma mental.
La evolución de la criminología y el rechazo del determinismo biológico-individual dio paso a teorías de carácter social, que han servido de base a las actuales teorías sobre la delincuencia femenina. Entre ellas podríamos citar los estudios sobre la Ecología Criminal, el Aprendizaje Social o la Teoría del Etiquetado.
Pero, sin duda alguna, las mayores aportaciones de la criminología al estudio de la delincuencia femenina han llegado con las Tesis Funcionalistas y la Criminología Crítica.
En el caso de las teorías funcionalistas (entre ellas, especialmente, la teoría del rol y la teoría de la igualdad de oportunidades), el mayor interés ha consistido en explicar el aumento que ha experimentado la delincuencia femenina y los cambios en las formas de comisión de los delitos; mientras que la criminología crítica (especialmente con la teoría del control social y teoría de la dependencia económica) ha mostrado interés por el estudio de la influencia del control social, formal e informal, que recibe la mujer sobre su conducta criminal

En nuestro país, los trabajos de carácter empírico sobre la delincuencia juvenil femenina y su evolución son ciertamente escasos, por lo que, podemos decir que, a pesar del avance experimentado por la criminología, se continúa trabajando con la idea tradicional de que el delito femenino responde a los mismos modelos que el masculino, aun a sabiendas de las diferencias que existen entre ambos sexos.
Sin embargo, sí quiero destacar el trabajo llevado a cabo en este campo por la Unidad de Investigación Criminológica de la Universidad de Castilla La Mancha sobre la comisión de algunos actos delictivos y predelictivos en la población femenina española de 14 a 21 años. Sobre una muestra de 2.100 sujetos, de 14 a 21 años, compuesta al 50% por hombres y mujeres, distribuidos homogéneamente en cuatro grupos de edad (14-15, 16-17, 18-19, 20-21), los resultados nos ofrecen las siguientes conclusiones:


1. Ante todo, el comportamiento problemático de las chicas responde, en general a las mismas características que el comportamiento de los jóvenes de su edad.
2. Un 89,1% de las chicas han llevado a cabo "alguna vez" al menos una de las conductas estudiadas por los investigadores de la UCLM.
3. Las conductas con mayor prevalencia son, en ambos sexos, aquéllas que podríamos definir como transgresoras de las normas, pero que no podemos calificar de delictivas, tales como consumir alcohol, faltar a clase, vandalismo, etc; siendo además la incidencia media, similar en ambos grupos de jóvenes.
4. También se observa que ambos sexos tienden a realizar estas conductas en compañía de otros amigos, dato este, que confirma la importancia del grupo en muchos de los comportamientos juveniles, y corrobora la tesis que afirma que la inadecuada socialización debilita los vínculos del joven con los grupos convencionales de la sociedad, como la familia, la escuela o el trabajo; y le induce a crear vínculos con grupos no convencionales o desviados, donde el joven puede encontrar reforzada su conducta desviada.
5. Las diferencias fundamentales encontradas hacen referencia a la prevalencia o tasa de participación, que es significativamente más baja en la mujer para la mayoría de las conductas y de las categorías en las que se engloban, cuando se les pregunta si lo han hecho "alguna vez" en su vida. En cambio, si nos referimos a los comportamientos realizados "en el último año", las diferencias no son tan marcadas, aunque las mujeres siguen participando menos que los chicos en todas las categorías. Asimismo, los datos revelan que las mujeres se inician en la mayoría de los comportamientos estudiados más tarde y la prevalencia comienza a decrecer a una edad más temprana, encontrando las diferencias más llamativas en el caso de las conductas violentas contra objetos y contra personas, mucho más frecuentes entre los chicos que entre las chicas.
6. Algunas de las razones que explican porqué las mujeres se muestran menos propensas a comportarse de forma problemática se encuentran el algunas variables psicosociales como el control familiar o las relaciones afectivas. Del análisis de estas variables se desprende que ciertos aspectos de la socialización de las chicas y de su estilo de vida responden a unos valores, tradicionalmente asociados a la mujer, que se consideran protectores con respecto a las conductas antinormativas. El mayor control familiar sobre con quién y cómo pasan su tiempo, su preferencia por pasar su tiempo libre en familia o pareja, y sus mejores resultados escolares, explican, en gran medida, la menor propensión de la mujer a participar en los comportamientos
delictivos.

Manifestaciones de la delincuencia juvenil



Las Pandillas


Es la reunión habitual, ocasional o transitoria, de tres o más personas que sin estar organizadas con fines delictuosos cometen en común algún ilícito.
Una pandilla es un grupo de adolescentes o jóvenes que se juntan para participar en actividades violentas y delictivas. Las pandillas están constituidas comúnmente entre niños o jóvenes de 13 a 20 años.
A través del
tiempo este fenómeno social ha ido evolucionando y creciendo cada día más, las pandillas hoy en día están constituidas por la mayoría de jóvenes que llegan a delinquir en algún momento, la pandilla puede ser un causante para que los jóvenes delinquen y vallan contra las buenas costumbres establecidas y aceptadas por la sociedad. A continuación analizaremos el concepto de pandilla y la diferencia con la delincuencia organizada.
Los problemas del pandillismo o pandillerismo juvenil urbano dieron lugar a la reforma del
Código Penal que introdujo dicha figura como agravante en la comisión de cualquier delito: hasta una mitad más de la pena aplicable a este. Por pandilla se entiende "la reunión habitual, ocasional o transitoria de tres o más persona que sin estar organizadas como fines delictuosos, cometen en común algún delito".

Reflexiones


¿Un niño o adolescente que comete un acto de ilícito debe de quedar impune?
De ninguna manera. Incluso es posible señalar que en ninguno de los
tratados internacionales sobre adolescentes y jóvenes en conflicto con la ley existe pretensión alguna de promover la impunidad o la indulgencia. Todo lo contrario el derecho internacional en esta materia establece una figura superior: hacer responsables a los adolescentes de la reparación del daño.
Sin embargo, existe un aspecto en el cual se pone particular insistencia: la rehabilitación. Este es un tema fundamental en cualquier
sistema penal, pero cobra mayor fuerza para el caso de niños y adolescentes, porque se considera que existen aún más posibilidades de re-educación al encontrarse éstos en un período en el que aún no se han configurado completamente los procesos de pensamiento y socialización, como muestran la mayor parte de los estudios.
Todo indica que entre menos edad se tiene, mayores posibilidades existen de modificar determinados comportamientos que ponen a un niño o a un adolescente en conflicto con la ley. Pero esto sólo es posible si existe un sistema apropiado que debe de ser diferente al de los adultos.
Esa noción ha dado paso a lo que se conoce internacionalmente como "sistema de justicia juvenil".
Un sistema de justicia juvenil trata de responder a la necesidad de justicia demandada por una sociedad pero sin violar los
derechos del niño.
Quienes proponen crear un sistema de justicia juvenil sostienen que los menores de 18 años deben de ser penalmente inimputables es decir, no ser sometidos a un
proceso penal como los adultos, pero aquellos que se ubican entre los 16 y los 18 años deben de ser legalmente responsables, es decir, incorporarse a un sistema en el que afronten la responsabilidad de sus actos pero gozando de las garantías que incluso los adultos gozan hasta en los casos más severos (como la posibilidad de contar con una defensa, de ser informado de los cargos, de que se presuma su inocencia hasta que se demuestre lo contrario, etc.)
Un sistema de este tipo destaca la importancia de que el encarcelamiento sea considerada una medida de último recurso, es decir, que se destine para los casos más extremos que por otro lado siguen siendo los menos comunes. Además se busca que el personal dedicado a centros de
rehabilitación o re-educación cuente con la
capacitación apropiada para desarrollar programas que lejos de alienar, verdaderamente rehabiliten.
La reducción de la edad penal sirve como una cortina de humo para que los gobiernos no se sientan obligados a fortalecer las medidas para prevenir la incidencia de conflictos de adolescentes con la ley.
En otras palabras las propuestas para reducir la edad penal parecen una medida barata ante el hecho innegable de que la reducción real de la criminalidad sólo es posible en la medida de que se garanticen plenamente el acceso a
servicios de salud y de educación de calidad; de que se amplíe la oportunidad de acceder a espacios de recreación, esparcimiento o formación para el trabajo; de que el Estado cumpla con la obligación que le marca la Convención de los Derechos del Niño, de desarrollar programas para apoyar a la familia y la comunidad en el cumplimiento de sus funciones referidas a criar y educar a sus hijos en un ambiente de confianza y comprensión.
Un sistema de justicia tanto juvenil como penal, así como medidas de prevención apropiadas sólo son posibles si los gobiernos asignan mayores
recursos para que los programas sean realmente eficientes.
Aunque en el corto plazo pareciera que es más barata la reclusión que la prevención, estudios recientes de criminólogos en los Estados Unidos muestran que en el largo plazo los
costos que tiene el dejar de invertir en el cumplimiento de los derechos tendrán un mayor impacto económico, además del social y político.
Por ello las propuestas de reducción a la edad penal son violatorias de una gran cantidad de
tratados internacionales establecidos para proteger los derechos del niño en la medida de que ocurren en un marco en el que no se plantea la reforma del sistema penal para que cumpla con la función de rehabilitar, alimenta los deseos de venganza frente a los de justicia y esconde la responsabilidad de las políticas económicas y sociales en la formación de la criminalidad.
De ahí que es necesario aprovechar el
debate que se ha generado en torno a la reducción de la edad penal, para insistir en:
· Realizar una profunda reforma a los
sistemas penales para que cumplan con la función de rehabilitar.
· Crear un sistema de justicia juvenil que haga verdaderamente responsables a los adolescentes de sus actos, pero que no los condene a la marginación.
· Fortalecer las
leyes vigentes a fin de garantizar el cumplimiento de los derechos por parte de niños(a) y adolescentes excluidos del desarrollo.

Recomendaciones


Recomendaciones
-La prevención antes que la represión:
Esta parece ser la regla básica en materia de menores, a la que debiéramos dedicarle mayores esfuerzos institucionales. La mejor manera de prevenirse contra la delincuencia juvenil es la de impedir que surjan delincuentes juveniles, para lo cual se requieren adecuados programas de asistencia social, económica, educacional y laboral.
Mientras respecto de otros sectores de la criminalidad el Estado realiza importantes esfuerzos para prevenirla, en materia de menores observamos una actitud bastante más pasiva. En efecto, vemos que las instituciones públicas y privadas dedican gran parte de su tiempo para prevenir delitos forestales, con adecuados mecanismos y programas de control que alerte sobre la deforestación; apreciamos también preocupaciones respecto a los delitos ecológicos en general, donde se discute de los mejores y más eficaces métodos para producir sin contaminar; observamos que en materia económica la comunidad busca prevenirse de los abusos de poder de las empresas; que existen programas para prevenir accidentes de tránsito y evitar los delitos en la circulación de vehículos, etc.
Pero cuando llevamos este discurso al tema de los menores de edad parece que la situación es distinta, porque se piensa más en la represión y en la necesidad de someter a castigo a los potenciales delincuentes.
Es obvio que debemos prevenir la delincuencia juvenil, y en esto no creo que haya disidentes. El problema está en ver si estamos dispuestos a intentarlo, y más aún, a transformar ese deseo en una verdadera política de gobierno en todas sus implicaciones, pues requiere de la participación de una gran cantidad de sectores, tanto públicos como privados. La prevención verdadera implica el desarrollo de políticas y programas que permitan una mayor distribución de la riqueza, más adecuados programas de asistencia social, el fortalecimiento de la educación en todos los niveles como una prioridad, oportunidad de trabajo, en fin mejores oportunidades de vida en todos los sentidos y para todos.
El tema de la prevención aparece claramente recomendado en las (Directrices de Naciones Unidas para la prevención de la delincuencia juvenil):
a) Suministro de oportunidades, en particular educativas, para tender las diversas necesidades de los jóvenes y servir de marco de apoyo para velar por el desarrollo personal de todos los jóvenes, en particular de aquellos que están latentemente en peligro o en situación de riesgo social y necesitan un cuidado y una protección especial.
b) Doctrinas y criterios especializados para la prevención de la delincuencia, basados en las leyes, los procesos, las instituciones, las instalaciones y una red de servicios, cuya finalidad sea reducir los motivos, la necesidad y las oportunidades de comisión de las infracciones o los factores que las propicien.
c) Una intervención oficial cuya principal finalidad sea velar por el interés general del joven y se inspire en la justicia y la equidad.
d) Políticas, estrategias y programas basados en estudios de pronósticos que sean objeto de vigilancia permanente y evaluación cuidadosa en el curso de su aplicación;
e) Métodos para disminuir eficazmente las oportunidades de cometer actos de delincuencia juvenil.
f) Participación de la comunidad a través de una amplia serie de servicios y programas de ayuda.
g) Estrecha cooperación entre los gobiernos nacionales, estatales, provinciales y locales, con la participación del sector privado, de ciudadanos representativos de la comunidad interesada y de organismos laborales, de cuidado del niño, de educación sanitaria, social, judicial y de los servicios de represión, en la adopción de medidas coordinadas para prevenir la delincuencia juvenil y los delitos de los jóvenes.
-Minimizar la intervención estatal
En primer término implica la necesidad de reducir la intervención de todos los subsectores del sistema represivo del Estado, tales como la policía, el Ministerio Público, los Jueces y el sistema penitenciario, así como de otros sectores del Estado, dándole mayor intervención a otros grupos de la vida social en la solución del conflicto y en la búsqueda de alternativas viables, como la familia, la escuela, la comunidad, las asociaciones, etc.


jueves, 13 de noviembre de 2008

¿Y TÚ ERES CÓMPLICE DE ESTA SOCIEDAD NEGRA?...
SI ERES EL CAMBIO EN ESTA SOCIEDAD DEJA TÚ OPINIÓN
ATRÉVETE, TÚ MARCAS LA DIFERENCIA!!!

martes, 11 de noviembre de 2008

LAS PANDILLAS COMO UN FENOMENO SOCIAL


Evitemos la delincuencia juvenil, por un mañana mejor!!!




Actualmente el Perú, vive una época de profunda crisis social, económica, política y cultural. Las
sociedades amenazadas tienden a generar sus propios recursos de auto-conservación, el trabajo está ligado a las organizaciones populares de pueblos jóvenes, asentamientos humanos, en los que se vive de manera cotidiana el drama de pobreza en el Perú, en donde se mantiene una terca afirmación por la vida, la paz y la justicia social.
En la última década del presente ciclo, en el Perú nuestro futuro inmediato aparece paradójicamente cargado de pesimismo, desilusión o resignación, pareciera que perdió sus
mitos e ilusiones, para verse como país solo frente al mundo, alcanzado por la crisis económica.
El Perú en la década del 90, registrara un nuevo fenómeno social: "La Tensión Generacional", ligada a los cambios de diversos aspectos de la vida cotidiana (en la política / sociedad).
La tensión generacional, así como el problema de la juventud, no son temáticas nuevas, la distancia entre una generación y la otra son muy marcadas a diferencia de décadas pasadas; se relaciona con los cambios que se producen en el mundo moderno, pero en el Perú adquiere una urgencia dramática en tratamiento y búsqueda de
soluciones en la medida que actúa el factor violencia política a través de una expansión educativa y la transformación de las estructuras ocupacionales, carencia que se da en los países de América Latina.
En el Perú, se han producido modificaciones, en la
economía y la sociedad (estabilidad política, desarrollo social) cambios inducidos por la crisis económica y el crecimiento de la violencia política.
Consecuencia en la juventud:
- Surgimiento de nuevos valores, se otorga una
identidad distinta a generaciones pasadas (opinión sobre la vida, actitud frente a la cultura nacional, sobre la familia, sexo, socialización política, idea sobre el cambio social, ideologías, muerte, etc.).
Valores que predominan en la Juventud Peruana:
- Se identifican con la
democracia.
- Demandan
igualdad de oportunidades para todos.
- Son tolerantes, idealistas o autoritarios, dogmáticos, principistas y racistas.






http://blog.pucp.edu.pe/index.php?blogid=407

LATINOAMERICA Y EL AVANCE DE LA DELINCUENCIA JUVENIL

Hoy Latinoamérica en general sufre los embates de la delincuencia juvenil, desde los adolescentes que cometen los hurtos en las calles hasta el accionar de las temibles pandillas juveniles, que convierten como suyas varios espacios de la ciudad. Ante esas acciones y con legítimo derecho la ciudadanía reclama por más seguridad, algunos analistas sostienen que la solución esta en la mano dura, proponen un resultado positivo encarcelando a menores, aumentando fuerzas policiales en las calles, castigos y penas más severas, pero si analizamos los Países que adoptaron la propuesta de la mano dura observaríamos que casi todos terminaron en grandes fracasos, como ejemplo de ello podríamos leer el informe de la agencia de desarrollo de los Estados Unidos de Norteamérica que señala un análisis sobre tres Países donde se aplicó la llamada mano dura, y donde el fenómeno del pandillaje juvenil tenía cifras muy altas y de violencia extrema. Guatemala, El Salvador y Honduras en todos ellos el resultado fue que sus cárceles se hacinaron aun más de jóvenes en su mayoría pobre, a pesar de ello el delito y la violencia no disminuyen, este interesante informe llega a la conclusión de que la mano dura esta motivada políticamente ya que es más fácil golpear a los integrantes de las pandillas de jóvenes delincuentes que encarar los problemas sociales que se hallan detrás de su existencia, como la exclusión social, desigualdad de ingresos, oportunidades dignas de trabajo, escasa o mala educación, falta de servicios básicos en sus comunidades, extrema violencia intra familiar, asi como una mezcla de patrones culturales muy singulares, las estadísticas señalan que uno de cada cuatro jóvenes Latinoamericanos están fuera del sistema educativo, del mercado laboral y en muchos casos su familia vive en la precariedad, estamos ante un numero importante de población juvenil que se encuentra excluida se calcula que son 50 millones de jóvenes que se encuentran fuera de todo y por tanto se sienten acorralados por la sociedad,"quien nada tiene...nada pierde".Los Países que han tenido exito en combatir a la criminalidad, de acuerdo que son una realidad muy distinta, pero en cuento a estrategia no practicaron la política de la mano dura. Noruega, Dinamarca, Suecia, ellos tienen la mejor arma un reconocido modelo social que asegura una buena educación, salud y empleo digno para todos, los resultados el promedio de 1.1 homicidios por cada 100,000 habitantes, cuentan con un numero de policías muy pequeños respecto a sus poblaciones, eso si muy bien calificados y entrenados, con sistemas y equipos de ultima generación, ante ello es valido preguntarnos ¿qué es mas costoso construir una celda o un aula? Además, la seguridad no la debemos construir solamente a base de represión.Debemos empezar a trabajar en el grupo de mayor riesgo de la sociedad que son los adolescentes y jóvenes, los trastornos de conducta en ellos trascurren en forma escalonada, incrementándose progresivamente su gravedad, por mi experiencia personal al trabajar un año de asesor de la alta dirección en el sistema penitenciario, puedo afirmar que tras la historia de un delincuente hay antecedentes de vandalismo, de fuga del hogar, de deserción escolar, de violencia intra familiar, de exclusión social, de consumo de alcohol y drogas, de hogares fracturados, definitivamente se observa en la gran mayoría de los delincuentes un deficiente proceso de socialización primario, esta claro que entre mayor sea la deficiencia de la familia como agente de socialización del niño mayor será el riesgo de delincuencia y/o perturbaciones del comportamiento en el adolescente o joven.Finalmente un factor interesante a tomar en cuenta es que los delincuentes o quienes pueden serlo potencialmente, realizan un calculo de probabilidades de ser detenidos y en caso de ser detenidos las posibilidades de ser efectivamente sancionados.

REGLAS PARA FORMAR HIJOS DELINCUENTES

1. Comience desde la infancia dando a su hijo todo lo que pida. Así crecerá convencido de que el mundo entero le pertenece.
2. No se preocupe por su educación ética o espiritual. Espere a que alcance la mayoría de edad para que pueda decidir libremente.
3. Cuando diga palabrotas, ríase. Esto lo animará a hacer cosas más graciosas.
4. No le regañe ni le diga que está mal algo de lo que hace. Podría crearle complejos de culpabilidad.
5. Recoja todo lo que él deja tirado, libros, zapatos, ropa, juguetes. Así se acostumbrará a cargar la responsabilidad sobre los demás.
6. Déjele leer todo lo que carga en sus manos. Cuide de que sus platos, cubiertos, y vasos estén esterilizados, pero no de que su mente se llene de basura.
7. Riña a menudo con su cónyuge en presencia del niño. Así a el no le dolerá demasiado el día en que la familia, quizás por su propia conducta quede destrozada para siempre.
8. Déle todo el dinero que quiera gastar. No vaya a sospechar que para disponer del mismo hay que trabajar.
9. Satisfaga todos sus deseos, apetitos, comodidades y placeres. El sacrificio y la austeridad podrían producirle frustraciones.
10. Póngase de su parte en cualquier conflicto que tenga. Con sus profesores y vecinos, piense que todos ellos tienen prejuicios contra su hijo y que de verdad quieren fastidiarlo.
Padres, profesores, principalmente son responsables de que el niño cambie sus actitudes. Si ve anomalías en su hogar como las indicadas, pero también ve que en los colegios los profesores, mienten, actúan de forma poco honesta, se le pide a los padres de familia dinero fuera de lo que quizás con sacrificios obtienen para darle una mejor educación a sus hijos; Los alumnos se formaran la idea de que eso es normal y lo pondrán en práctica desde siempre con hermanos, amigos, compañeros y llegarán a ser ciudadanos que sacarán partido de lo que sea y como sea.

Bien padres, si esto sucede en sus hogares busquen pronto apoyo y sobre todo sabios consejos bíblicos que los ayuden a corregir a sus hijos.

La responsabilidad en sus manos.

lunes, 10 de noviembre de 2008

GRUPOS O DELINCUENCIA JUVENIL POR: M.SC. JUAN JESÚS JUSTINIANO VELASCO

En este momento que tanto se habla de “pandillas” es necesario determinar algunas definiciones como ser que es un grupo, que es un comportamiento antisocial y delincuencial.Grupo: Pluralidad de personas que constan de un determinado número de miembros, que para alcanzar un objetivo común, se adhieren mediante conductas cohesivas que comparten metas y normas comunes, que desarrollan la estabilización y la identidad todo ello se realizad durante un tiempo prolongado dados en proceso continuo de comunicación e interacción y desarrollan sentimientos de solidaridad. Tienen una distribución de tareas según una diferenciación de roles y status específicos de cada grupo.Los individuos se sienten atraídos por el grupo, que se resisten a dejarlo, ya que encuentran en ellos seguridad que les da fuerza que lo mueven, que lo motivan, es por ello que participa espontáneamente de las actividades del grupo y coordina sus esfuerzos particulares con los demás en beneficio de todos, utilizando incluso pronombres posesivos que determinan sentimientos de permanencia (mi familia, mi equipo, mi escuela, “mi grupo”, mis amigos, etc.)Se pueden denominar grupo si se encuentran estructurado por dos o mas personas, donde se sienten unidos, comprometidos con los otros individuos, percibiéndose como una parte mas del todo, de manera interdependiente, donde sus acciones de cada miembro influyen en los demás, existiendo identificación con las conductas de sus integrantes, su permanencia dependerá de la obtención de sus objetivos comunes y metas alcanzar.La cohesión, se encuentra íntimamente relacionada con la afectividad que puede ser positiva o negativos; el primero (positivo) están unidos en busca de una meta determinándose sentimientos de comunión, simpatía, amistad, altruismo. El segundo (negativo) basados nutridos de sentimientos agresivos como envida, celos, odio.Las normas son determinadas de manera consensuada por todos el grupo, que rigen, regulan y controlan las conductas de los individuos, que sirven como medio de evaluación el comportamiento de los demás que llega a juzgar si es apropiado o inapropiada, por lo tanto se evita desagradar, para evitar ser desaprobado por los otros.En lo referente a la integración de los grupos de los adolescentes se deben a diversos factores de ambiente individuales, ambiente social externo (amigos, compañeros, profesores), ambiente interno (familia):Individualmente: En la edad critica entre 13 a 18 años, necesita encontrar su identidad es por ello que entra a una crisis de identidad, se siente confundido, baja autoestima, inseguridad en el ámbito orgánico y psíquico, va en búsqueda de encontrar sus metas para alcanzar su edad adulta, las metas mas frecuentas estarían dadas en buscar ser mas dependiente de su familia, su desarrollo sexual, madurez social que significa la integración a un grupo determinado, desarrollo del conocimiento de si mismo, elección de carrera, independencia de criterio a todo nivel (religioso, político, etc.), independencia del desarrollo de ocupar su tiempo libre, en síntesis podremos decir que el adolescente a esta edad se encuentra totalmente desorientado.Familiares: Desintegración familiar por divorcios de los padres, viajes de los padres, factores económicos donde ambos padres trabajan y descuidan totalmente al adolescente o niño, deficiente comunicación entre hijos y padres, ausencia de educación en valores dentro de la familia, ausencia de arquetipo o de modelos de los padres en los adolescentes, ausencia de determinar las normas, reglas, derechos y obligaciones de parte de los padres, castigo físico y psicológico excesivo, descuido total de los padres y desconocimiento del grupo en el cual se encuentra inmerso, ausencia de ayudar a formar criterios frente al televisor ya que logran introyectar o identificarse con arquetipos determinados. Amistades: Es la relación estrecha entre los adolescente, mayormente casi siempre personas del mismo sexo que buscan la relación de unidad, que se buscan por la necesidad de comunicación personal y directa, buscando actividades comunes como hacer tareas, comparten travesuras, picardías, buscan confianza, seguridad, lealtad, confidencia, consejos, orientación, valorizaciones afectivas, comprensión mutua, buscan intereses comunes algunos “positivos” y otros “negativos”. Las amistades le sirven para su reafirmación del sí mismo en lo emocional, psicológica, social, intelectual, aspiraciones.La búsqueda de una reafirmación de la conducta antisocial o “rebeldía”, se lo realiza a través de grupos dedicados a actividades como “pandillerismo”, robo, delincuencia, abuso sexual, prostitución, adicción de drogas, actividades delictivas o subversivas.Comportamiento antisocial o delincuencia juvenil: Son grupos estructurados por niños, adolescentes, etc. que se refiere a una serie de actos delictivos que atenta contra el orden social y las leyes establecidas.La delincuencia juvenil de los adolescentes, en nuestro medio y últimamente con el desarrollo del departamento se ha convertido en uno de los mas serios y frecuente, que trae bastante conflicto al ciudadano común, autoridades y sociedad, convirtiéndose la preocupación de las familias, ya sea por temor que el adolescente caiga en ese comportamiento antisocial o delincuencial, o por sea su adolescente o ellos atacados por delincuentes juveniles.Los datos estadísticos, de la tasa delincuencial juvenil en los últimos tiempos se ha incrementado considerablemente, considerando que esto datos publicados por la prensa son dado cuando se los encuentra in fraganti, o detenidos por las autoridades, lo que suponen que las cifras verdaderas son superadas a las estadísticas de las instituciones del orden o justicia.Hay muchas conductas delictivas, entre los mas frecuentes se encuentra, los de robo, asalto, daños criminales, asesinatos, para que suceda esto ha tenido que existir algunas motivaciones que han impulsado a estas reacciones que muchas veces son predecibles desde la infancia por mostrar conductas menos amistosas, poco responsables, impulsivos, hostiles a la autoridad, antipatía con los compañeros, se distraen fácilmente, no les gusta realizar sus tareas o trabajos de tipo grupal, esto se incrementa con el pasar los años, presentado cada vez problemas con el orden o la autoridad, se puede observar que tiene bajísimo nivel de autoestima, ya que se considera inútiles, incapaces, insignificantes en comparación con los demás compañeros, se puede considerar que existe un marcado fracaso escolar.En muchos de los casos, se han encontrado adolescentes delincuentes que están determinados por influencia de los factores sociales, económicos, culturales, esto no quiere decir que se pueda llegar a generalizar, ya que muchos de ellos formaron su propia personalidad con esfuerzo, voluntad e inteligencia, saliendo adelante y sin caer en comportamiento antisocial o delincuenciales. .Los comportamientos antisociales determinados por delincuentes adolescentes con bajos recursos económicos o delincuentes sociológicos y los delincuentes con recursos económicos medios o altos denominados delincuentes individuales. Los primeros (sociológicos) son los carentes de medios, adopta como “norma de vida” el comportamiento antisocial y criminal y considera a la policía o la justicia como adversario en su lucha por la subsistencia, mayormente lo realiza para satisfacer necesidades deficitarias dadas por lo económico, hacinamiento familiar, ausencia de servicios básicos, carencias de escuelas, alto índice de desempleo, aquí trabajan padre y madre con un sueldo que no alcanzan para abastecer a la familia que es numerosa.El delincuente individual, tiene los recursos económicos, llega a la delincuencia por factores o conflictos de tipo familiar, trastornos de personalidad, o lo realizan mas por sentirse importante o ser aceptado por el grupo determinado, los padres se encuentran encerrados en su propio mundo, donde el padre se encarga de sustentar el hogar, tratando de cubrir todas las necesidades básicas, mientras que las madres no tiene tiempo para atender a sus hijos por estar en sus juegos de beneficencia. Cuando piden los adolescentes ser escuchado, ellos (los padres) prestan el auto o le dan mas plata para que se divierta; entrando en adolescente a ese tren de vida con el tiempo el dinero de los padres no cubre sus necesidades de diversión con el alcohol, drogas, prostitución, es entonces ahí que entra a la conducta delincuencial extrema de intentar contra la vida de otros seres humanos por complacer sus satisfacciones.





http://www.youtube.com/watch?v=Xad6kZn8BCo

miércoles, 5 de noviembre de 2008

Puntos Básicos para un programa de Seguridad ciudadana


Recuperación de los espacios públicos para la vida comunitariaLa calidad de vida de las personas y de la comunidad, no mejora con el encierro en casas o en country que parecen fortalezas, sino por la apertura a la interacción normal de las personas en lugares públicos rediseñados para generar un entorno pacífico, que facilite y estimule la relación entre los ciudadanos. Esto puede lograrse a través de la acción conjunta de autoridades locales y de la comunidad, lo que supone el desarrollo de políticas con relación al diseño urbano, iluminación, vegetación, vigilancia, etc.
Programa de resocialización de jóvenes de la calleUna de las causas de la delincuencia juvenil es la falta de opciones laborales, culturales o sociales integradoras que optimicen el uso de su tiempo libre, como alternativa a los entornos juveniles que fomentan la violencia y las actividades antisociales. En este sentido es necesario ofrecer opciones atractivas a los jóvenes, especialmente a los que no concurren a la escuela y a aquellos que carecen de suficiente contención familiar. Debe promoverse la disponibilidad de opciones culturales, deportivas, de recreación o capacitación, que tengan un sentido integrador y de inserción en la vida comunitaria.
Una educación para la no violencia El actual modelo educacional carece de instrumentos que enseñen a los niños, desde edad temprana, a manejar sus conflictos en forma no violenta. Debe inculcárseles desde pequeños el respeto a las ideas y derechos de los demás en un marco de convivencia reciproco. Es necesario introducir generalizadamente en el sistema educacional la enseñanza de tales mecanismos.
Prevenir la deserción escolar Un porcentaje significativo de los delincuentes juveniles se vincula con jóvenes que no van a la escuela. Cuando un joven abandona el sistema escolar, sus oportunidades de acceder al desarrollo de su persona conforme a las posibilidades con que cuenta el país son mínimas, presentándose entonces la actividad delictiva como una opción potenciada. En consecuencia, reducir esa deserción es una forma de prevenir la delincuencia.
Ofrecer oportunidades laborales para la población penal Se ha comprobado que la mejor forma de reinserción social de un ex interno es la capacitación laboral en habilidades útiles que le sirvan al salir de la cárcel. De lo contrario, se dificulta su inserción en el seno de la sociedad y, por lo tanto, probablemente reincidirá. En consecuencia, debe fomentarse la integración entre el sistema carcelario y el sector privado o la comunidad, inicialmente mediante la contratación de mano de obra de reclusos con la posibilidad de salidas temporarias, como modo de facilitar esa transición.
Optimizar la productividad de un sistema judicial accesible y eficaz El sistema judicial debe garantizar el respeto a los derechos constitucionales y legales de los ciudadanos. Si no existe respuesta judicial frente a la violación de esos derechos, la impunidad del delito es el más fuerte incentivo para multiplicar sus efectos. Dicho sistema debe ser realmente accesible a todos los sectores por igual, pues de lo contrario se potencia la anómia colectiva y, en definitiva, la perpetuación del ciclo delictivo. A su vez, el sistema judicial debe ser transparente y comprensible para todos, pues de lo contrario se promueve la marginación por desconfianza en la justicia.
Crear un nuevo sistema normativo y mejorar la justicia penal de menores Es fundamental educar a los jóvenes en el respeto a los derechos de los demás miembros de la sociedad. Todo menor debe tener conciencia que delinquir no puede tener como consecuencia una situación de impunidad para nadie. Pero es socialmente más conveniente sancionar la delincuencia juvenil en forma distinta de los adultos. Debe crearse un sistema de justicia para los menores, con sanciones especiales para los jóvenes, basada especialmente en el servicio comunitario. A toda sociedad le conviene rescatar a sus jóvenes infractores, que por otra parte, es más fácil y menos costoso social y económicamente, que rehabilitar al delincuente adulto. Además un sistema penal de menores evita el contagio delictivo en la cárcel y da mayores posibilidades de rehabilitar al joven.
Diseñar un nuevo sistema de sanciones alternativas a la reclusión Debe crearse un nuevo sistema que contemple una gama más amplia de penas, que permita al juez escoger entre los actuales extremos de enviar al condenado a prisión y eventualmente inhabilitarlo. Por cierto, este nuevo sistema debe garantizar a la sociedad un adecuado control de las personas sujetas al mismo y evitar caer en la falsa contradicción entre “garantistas” y los partidarios de la “mano dura”. Solo se trata de una herramienta más que se pone a disposición del juez para mejorar el sistema.
Solucionar el déficit carcelario Actualmente, el sistema carcelario enfrenta la peor crisis de su historia. Este costo institucional, social y humano se traduce en déficit de la capacidad carcelaria versus la cantidad de condenados que deberían ser enviados a las cárceles. Las cárceles están superpobladas y superadas en su capacidad de uso, con todos los problemas de conducta y de dificultad para el desarrollo de programas de rehabilitación en los recintos penitenciarios que conlleva el hacinamiento. El actual déficit es preciso superarlo y construir los recintos penales efectivamente necesarios.
Integración de la policía a la comunidad: Policía Municipal La reducción de la delincuencia supone que la policía responda a las necesidades prioritarias de la población, que varían de una localidad a otra. Por eso, es necesario que la policía conozca en profundidad los problemas que aquejan a cada comuna, así como que cuente con la confianza y colaboración de las distintas comunidades. En el mismo sentido proponemos la creación de una Policía Municipal en el ámbito de cada distrito.
Especialización de las funciones policiales El constante dinamismo y mutación de la delincuencia requiere de una policía que pueda no sólo reaccionar, sino también anticipar la acción del delincuente. Por eso, es necesario que la policía cuente con unidades especializadas en los distintos tipos delictivos, en permanente evolución. Para ello es necesario reestructurar la policía científica y debe liberarse su responsabilidad sobre múltiples actividades no policiales –el general de tipo administrativo- conque se le ha ido recargando a lo largo de décadas.
Jerarquizar la función policial La ciudadanía debe contar con un acceso a los servicios policiales, equivalentes y proporcionales a los problemas que enfrenta. Este acceso, debe considerar en especial los problemas que se desarrollan en los grandes centros urbanos. Al mismo tiempo, se requiere una policía muy comprometida con su actuar y del mejor nivel técnico posible, para garantizar así los derechos básicos a la vida, la integridad personal y la propiedad.
Creación de una central de coordinación de recursos Dentro del área responsable de la seguridad debería crearse, por ley, una central de coordinación de recursos en materia de seguridad. Este es un proyecto que se esbozó con la Secretaría de Seguridad pero que en la práctica no funciona. La tarea específica de esa Central sería la coordinación de recursos humanos, materiales y tecnológicos de que dispongan todos los organismos de seguridad, incluso los provinciales o municipales.
Creación de una central nacional de informaciónTambién dentro del área de Seguridad debería existir una Central Nacional de Información que tendría por función proporcionar toda la información necesaria para las investigaciones penales tales como. Titularidad de bienes, denuncias de sustracción de automotores, órdenes de captura, antecedentes penales, etc. Todo ello en tiempo real.
Creación de la policía científica . Hoy en día la lucha por el crimen pasa más por lo científico que por lo puramente policial. Así, para el esclarecimiento de un crimen, se necesitas genetistas, dactilóscopos, médicos, ingenieros, químicos, etc. Mantener un sistema para cada provincia sería oneroso y no se justificaría. Pero si, en cambio, si se lo mantuviera en el nivel federal con la obligatoriedad de asistencia a las provincias que lo requieran para crímenes mayores. El organismo tendría como función principal la investigación científica de crímenes federales y prestaría servicios a alas provincias mediante unidades de desplazamiento rápido o delegaciones para la recolección de rastros y otras actividades investigativas. Las provincias pagarían este servicio, pero se librarían de mantener una unidad en su jurisdicción.
Creación de un organismo federal de InvestigacionesSe trataría de un cuerpo de elite. Tal como el FBI, se exigiría ser profesional universitario,. Sería un cuerpo creado desde cero y con la idea que comience a funcionar dentro de un tiempo prudencial luego de creado. Su competencia serían los delitos federales y crímenes mayores, a requerimiento de las provincias. Debería contar con los más sofisticados laboratorios de criminalística.
Jerarquización de la función policialDebe producirse una profunda reestructuración de los cuadros superiores. También debe modificarse la estructura salarial, de tal manera que quien llegue a los más altos niveles de conducción cobre una remuneración acorde con su jerarquía y responsabilidad, Esto funcionaría como un incentivo para el personal honesto y capaz se quede en la institución y cumpla con las duras exigencias que se le impondrían para acceder a aquellos cargos.Para llegar a determinados grados dentro de la fuerza se debe obligatoriamente tener un título universitario acorde a su especialidad.
Descentralización jurisdiccional y geográficaSe propone una descentralización de los niveles policiales desde el nivel federal, el nivel provincial y el nivel municipal en la convicción de que la inmediatez favorece la resolución de los conflictos.Se adjudicaría responsabilidad o competencia a la investigación por calificación de delito y distribución geográfica.Por ejemplo, el delito de hurto se adjudicaría a la Policía Municipal del Partido o Departamento donde se cometió. En cambio, el robo a mano armada sería competencia de la Policía Provincial.
Clara división de funcionesTal como se indicó anteriormente, la falta de especialización es una debilidad importante de nuestro sistema de seguridad. Por tanto, deben dividirse adecuadamente las funciones y estar manejadas por especialistas. Así es que proponemos que en el nivel provincial se asignen las tareas de la siguiente forma:Seguridad física de bienes y personas: Debería estar a cargo de una fuerza policial de calle en los niveles provincial y municipal.Control de tránsito: es un área que deberían abandonar la Policía Federal y las provinciales para dejarlas en manos de una policía municipal que podría ser o no la misma que se encargue de pequeños crímenes.Investigación: esta es un área muy sensible que debería ser integrada por hombres muy capacitados de las policías provinciales.
El fiscal como jefe de la investigaciónInstalar al fiscal como responsable del éxito de la investigación generaría un vuelco espectacular con relación a la efectividad de la resolución positiva de las mismas.Actualmente, el peso de la investigación recae en el juez. Este tiene que ser imparcial y a la vez encontrar al responsable del delito. Si la policía hizo mal un procedimiento, es el juez quien lo anula como tercero juzgador.En cambio, si el fiscal tuviera la responsabilidad de llevar adelante la investigación sería “ socio” de la policía en el resultado. Si fracasa la investigación, si el procesado sale absuelto, la responsabilidad será suya.Es decir el funcionario se transformará en el verdadero abogado del Estado, que será evaluado ( entre otras cosas) por sus resultados.Con esta función del fiscal se resolvería el problema de la falta de comunicación policía-justicia. Para lograr este objetivo debe modificarse el Código Procesal Penal.
Negociación de la penaEsta alternativa también sería una función del fiscal quien, luego de llegar al acuerdo, deberá requerir la homologación del juez,.La idea es que se puedan descongestionar de causas lo juzgados. Se está hablando de negociación de la pena previa al juicio y no de eximición de ella.Esto daría la posibilidad de tener rápidamente condenados cuyas sentencias no computarían para la reincidencia.Nuevamente aquí el fiscal sería evaluado por sus resultados y el juez sería quien realmente juzgue y proteja los derechos de partes.
Implementar un programa de desarmeLa demanda y el uso de armas ligeras está directamente relacionada con el potencial delictivo. La solución de fondo a este problema comprende un Estado presente y con políticas de desarme, una democracia participativa, un desarrollo sostenible, el respeto de los derechos humanos - civiles y policías -, fortalecimiento de la justicia y la satisfacción de las necesidades básicas de la gente. Esto conduce a un abandono progresivo de la cultura de la violencia y al uso ilegal de las armas de fuego.
Plan comuna seguraCada comuna debe contar con un plan de seguridad municipal, entendido como parte de un plan de seguridad nacional. Dicho plan debe ser desarrollado por las autoridades comunales, la policía y representantes de la comunidad ( profesores, comerciantes, padres, industriales, iglesias, etc.) El municipio en interacción con los demás actores debe fijar los objetivos y plazos, así como las herramientas necesarias para su cumplimiento. El programa se fundamenta en que la delincuencia es diferente en cada comuna y sus habitantes son quienes más conocen sus necesidades reales.
Información para la participaciónCada persona debe tener acceso a la información necesaria para tomar decisiones fundadas y responsables sobre la orientación de sus actos y lograr un entorno seguro de su vida diaria. Para ello, no son suficientes las solas estadísticas oficiales sobre la delincuencia. Es preciso complementarlas con la información que puedan entregar las víctimas de delitos. Encuestas anuales de victimización permiten conocer mejor la realidad de la delincuencia en cada localidad y evaluar los resultados de los planes comunales respectivos. Una amplia disponibilidad de información contribuye a perfeccionar la política desarrollada en materia de seguridad ciudadana.
Centro de Asistencia a las VíctimasEl impacto que padece la víctima de un delito provoca múltiples consecuencias, que van desde la perdida de objetos de su pertenencia, lesiones físicas y emocionales de diversa índole, hasta su muerte. Si sobrevive el impacto del delito le afecta emocionalmente, lo que repercute en sus actividades laborales, educativas, sociales y en todo el grupo familiar. Por tal motivo pretendemos crear Centros de Asistencia a las Víctimas de delitos, que tendrá como tarea fundamental el desarrollo de la problemática victimológica y la asistencia interdisciplinaria de las víctimas, para atenuar las graves consecuencias que ocasiona el delito, tanto en el ámbito individual, como el familiar y el social. El equipo interdisciplinario estará formado por médicos, psicólogos, psicoanalistas, pedagogos, abogados, asistentes sociales y criminólogos.
Indemnización anticipadaEn razón de la lentitud de la justicia y la necesidad de reparar lo antes posible las consecuencias de un delito, proponemos que si el ilícito fuere público y notorio, los perjuicios sufridos susceptibles de apreciación pecuniaria y resultara manifiesta la urgencia del peticionante, el Ministerio de Acción Social disponga un anticipo, cuyo monto será prudencialmente estimado con relación al resarcimiento que le fuera probablemente otorgado y a cuenta del mismo.- Para la realización de esta propuesta se tomó como base el proyecto de la “ Fundación Paz Ciudadana de Santiago de Chile.