jueves, 4 de diciembre de 2008

miércoles, 3 de diciembre de 2008

Introducción


La delincuencia juvenil es un fenómeno representativo de nuestra sociedad actual.
Es un conjunto de infracciones cometidas contra el orden público que crece cada día más, no solo en nuestro país, sino también en el mundo entero.
La
delincuencia juvenil es un fenómeno social que pone en riesgo la seguridad pública, así mismo va contra las buenas costumbres establecidas por la sociedad.
Es un fenómeno de ámbito mundial, ya que se extiende desde las zonas más exclusivas hasta los suburbios de las grandes ciudades; desde las familias adineradas o acomodadas hasta las más pobres o de escasos
recursos, es un problema que se da en todos los estratos sociales y en cualquier parte de nuestra civilización.
Este problema social es una de las preocupaciones más agobiantes de los gobiernos.

La delincuencia juvenil

La delincuencia es un conjunto de infracciones de fuerte incidencia social cometidas contra el orden. Es el acto de quebrantar la ley. La ciencia social que estudia las causas y circunstancias de los distintos delitos, la personalidad de los delincuentes y el tratamiento adecuado para su represión es la CRIMINOLOGÍA.
No se han elaborado
estadísticas fiables que permitan asegurar en qué clase social tiene más incidencia el problema de la delincuencia juvenil, porque tienen distinta trascendencia social e incluso penal los delitos cometidos por jóvenes de clase baja que los de la clase alta o acomodada. En cambio, sí se ha estudiado la composición por sexos de la delincuencia juvenil, llegándose a la conclusión de que hay tres o cuatro veces más muchachos que muchachas delincuentes. Asimismo el estudio de las pandillas de jóvenes que cometen delitos ha revelado que la mayoría de las bandas se compone sólo por varones, alguna vez se trata de pandillas mixtas y resulta muy extraño el caso de grupos con estas características formado en exclusiva por chicas.
La delincuencia juvenil ha aumentado de forma alarmante en los últimos tiempos, pasando a ser un problema que cada vez genera mayor preocupación social, tanto por su incremento cuantitativo, como por su progresiva peligrosidad.
La delincuencia juvenil es una característica típica de
sociedades que han alcanzado un cierto nivel de prosperidad y, según los análisis es más habitual en los países anglosajones y nórdicos que en los euro mediterráneos y en las naciones en vías de desarrollo.
Es decir, en las sociedades menos desarrolladas la incidencia de la delincuencia juvenil es menor que en las comunidades más avanzadas.
Con este
trabajo se trata de conocer las causas o motivaciones de este gran problema social, el que se ha incrementado alarmantemente en los últimos tiempos. Para poder dar solución; rescatando a los jóvenes que se encuentran atrapados dentro de ella.
Con este
objetivo los diferentes gobiernos establecen programas diversos destinados a recuperar los valores perdidos, mejorar las condiciones de su entorno programando charlas de orientación, etc.

Concepto

La
delincuencia es un conjunto de infracciones de fuerte incidencia social cometidas contra el orden público (cuyo estudio, a partir de una definición dada de legalidad, considera la frecuencia y la naturaleza de los delitos cometidos) y criminología (que considera la personalidad, las motivaciones y las capacidades de reinserción del delincuente).

Causas y consecuencias de la delincuencia juvenil

CAUSAS:

-Factor Personal: Aquí se contemplan anormalidades mentales (como imbecilidad y retardo mental) ; también psíquicas, como la psicopatía, la psicosis y otras enfermedades mentales.
-Factores Sociales: Aquí se contemplan: el ambiente familiar o extrafamiliar (influencia nociva de los lìderes negativos del barrio).
- La falta de una polìtica educativa, que se proponga reforzar valores y orientar a los jòvenes por caminos correctos y con una visiòn optimista del futuro.- Los medios de comunicación masivos, que transmiten antivalores, que no aportan nada a la cultura, series y programas donde lo central es la violencia, la sexualidad descarnada. De otro lado magnifican las noticias de los acontecimientos antisociales, marqueteando asì una cultura de la violencia.- La falta de portunidades de empleos, que les permita satisfacer sus necesidades de una manera lìcita, a falta de ello, muchos de los jóvenes (especialmente los de zonas marginales) recurren a medios delictivos.- La desorganización familiar.
- El abandono moral de los padres y la falta de comunicaciòn, entre estos y sus hijos, se constituyen facilitadores para ingresar a la carrera delictiva a edades tempranas.

CONSECUENCIAS
-El desequilibrio mental es una de las mayores consecuencias que afecta a los jóvenes que ingresan en la delincuencia.
-La desintegración familiar o el deterioro del núcleo familiar.- La promiscuidad sexual y la falta de valores morales, arriesgan al contagio de enfermedades de transmisión sexual, incluyendo el VIH.
-La destrucción de los valores.
- Las muertes prematuras por causas de las llamadas broncas callejeras.

El perfil del delincuente juvenil


- Impulsivo: Poco o casi nada controlan los impulsos, su capacidad de control es pobre; por lo que se guìan más por el principio del placer que por el de la realidad.- Afán de Protagonismo: Llamar la atenciòn de una manera matonesca y abusadora.- Fracaso escolar :Marcada falta de interés en los estudios, o nivel intelectual pobre que no les facilita el aprendizaje, y como consecuencia viene la deserciòn escolar.- Consumidor de drogas: Son hedonistas, buscan el placer y la sensibilización mediante sustancias psico-activas, las que deshiniben el control de los impulsos.- Baja autoestima: No se quieren y proceden por lo regular de hogares destruidos por la violencia, el maltrato y la indiferencia afectiva de los padres.- Agresivo :La agresividad es uno de sus principales rasgos, disfrutan agrediendo y mediante la agresión se vuelven dominantes e intimidadores.- Sin habilidades Sociales: No poseen un código que les permita las relaciones saludables con los demás.- Poco equilibrio emocional: Son inestables, làbiles e inconsistentes en la expresión de sus emociones.- Inadaptado: No logran adaptarse a normas, códigos y leyes sociales; ellos establecen sus propias normas, sus propios códigos que van en contra de lo establecido, eso da pase a la comisión del delito.- Frustrado: Una de las màs fuertes es la frustración afectiva, por lo regular han tenido padres poco gratificantes, que no les han nutrido de amor, carentes de esto se vuelven sensibles a la negatividad. Lo que les hace rumiar constantemente el odio y el rencor. No poseen capacidad de aguante a la frustración. No soportan que las cosas no les salga como ellos lo desean.
Como ya hemos podido observar la
Delincuencia Juvenil
es problema social que altera el orden público y como tal tiene causas o factores que la originan:
1. La violencia

Consiste en la presión ejercida sobre la voluntad de una persona, ya sea por medio de fuerzas materiales, o acudiendo a amenazas, sus víctimas sufren problemas psicológicos para toda la vida.
La
violencia es un elemento que se encuentra comúnmente en la delincuencia juvenil y es uno de los factores que influyen a los jóvenes a cometer actos ilícitos.

1.1 Causas Biológicas

Se ha mencionado al síndrome de déficit de
atención como causa de problemas de conducta, que sumados a la impulsividad característica del síndrome, pueden producir violencia.
Los trastornos hormonales también pueden relacionarse con la violencia: en las mujeres, el síndrome disfórico de la fase luteínica se describió a raíz de los problemas de violencia presentes alrededor de la menstruación, específicamente en los días 1 a 4 y 25 a 28 del
ciclo menstrual, pero el síndrome no se ha validado con estudios bien controlados, aunque se ha reportado que hasta el 40 por ciento de las mujeres tienen algún rasgo del síndrome y que entre el 2 y 10 por ciento cumplen con todos los criterios descritos para éste. De 50 mujeres que cometieron crímenes violentos, 44 por ciento lo hizo durante los días cercanos a la menstruación, mientras que casi no hubo delitos en las fases ovulatoria y postovulatoria del ciclo menstrual.

1.2 Causas Psicológicas

La violencia se relaciona de manera consistente con un trastorno mental.
El trastorno antisocial de la
personalidad se establece entre los 12 y los 15 años, aunque a veces antes, y consiste en comportamiento desviado en el que se violan todos los códigos de conducta impuestos por la familia, el grupo, la escuela, la iglesia, etc. El individuo actúa bajo el impulso del momento y no muestra arrepentimiento por sus actos. Inicialmente esta violación persistente de las reglas se manifiesta como vandalismo; crueldad con los animales; inicio precoz de una vida sexual promiscua, sin cuidado respecto al bienestar de la pareja; incorregibilidad; abuso de sustancias; falta de dirección e incapacidad de conservar trabajos; etc. Salvo que tengan una gran inteligencia o que presenten formas menos graves del trastorno, fracasan en todo tipo de actividades, incluyendo las criminales, ya que carecen de disciplina, lealtad para con sus cómplices, proyección a futuro, y siempre están actuando en respuesta a sus necesidades del momento presente.
El trastorno es cinco a diez veces más frecuente en hombres que en mujeres. Como estos sujetos están más representados en los estratos más pobres, hubo alguna discusión sobre si
la pobreza induce o potencia estas alteraciones. Esto se ha descartado: los individuos con trastorno antisocial de la personalidad, por su incapacidad de lograr metas y conservar empleos, tienden a asentarse naturalmente en los estratos de menores ingresos.

1.3 Causas Sociales
La desigualdad económica es causa de que el individuo desarrolle desesperanza. No se trata de la simple pobreza. Hay países o comunidades muy pobres, en los que desconocen el robo y la violencia de otro tipo. Sin embargo, la gran diferencia entre ricos y pobres y sobre todo la imposibilidad de progresar sí causa violencia la frustración se suma a la evidencia de que no hay otra alternativa para cambiar el destino personal.

1.4 Entorno Familiar
En la familia, los dos factores que con más frecuencia se asocian al desarrollo de violencia es tener familiares directos que también sean violentos o que abusen de sustancias tóxicas.

1.5 Características del individuo Violento
En los individuos violentos vemos la
interacción de los trastornos descritos. Por ejemplo, en los delincuentes se encuentran los siguientes rasgos.
1.
Socialización pobre como niños: pocos amigos, no los conservaban, sin ligas afectivas profundas, etc.
2. Poco supervisados o maltratados por sus padres: los dejaban solos, a su libre albedrío, y cuando estaban presentes, los maltrataban.
3. Buscan sensaciones en forma continua: desde chicos son "niños problema," y los mecanismos de
control social no tienen gran influencia sobre ellos.
4. Manejan prejuicios como base de su repertorio: "todos los blancos negros, mujeres, hombres son así"
5. Abusan del
alcohol.
6. Nunca han
estado seriamente involucrados en una religión principal.
7. Carecen de remordimientos, o aprenden a elaborar la culpa y así evitarlos.
8. Evitan asumir la
responsabilidad de sus actos: construyendo casi siempre una pantalla o justificación que suele ser exitosa para librarlos.

2. La Frustración


Es el sentimiento de insatisfacción que existe en el ser o el individuo
Cuando no llega a cumplir un objetivo o meta trazada que en este caso sería la superación y el progreso.
-Es creado emocionalmente
-Distorsiona la personalidad
-Conduce a la introversión.

3. La delincuencia juvenil y entorno social

El estudio de la criminalidad juvenil constituye un tema de actualidad, no sólo del
derecho penal, sino también de la criminología y de las ciencias conexas. El constante aumento de los conflictos sociales, y con ellos el de la delincuencia, ha incrementado el interés por el tema, tanto en los países industrializados o centrales, como también en los llamados países periféricos, como son los de América Latina.
Para comprender el interés por el
análisis y la búsqueda de soluciones para la delincuencia juvenil, es necesario ubicar este fenómeno dentro de la problemática de la sociedad actual. La estructura social en que les ha tocado vivir a los niños y jóvenes de hoy, está caracterizada por una complejidad cada vez mayor, donde la búsqueda de soluciones no depende ni de fórmulas tradicionales, ni de líderes carismáticos.
La delincuencia juvenil se ubica, por lo menos en
América Latina, dentro de un contexto social caracterizado por grupos de niños y adolescentes ubicados dentro de niveles de miseria o pobreza, desempleo, narcotráfico, concentración urbana, baja escolaridad o analfabetismo, agresiones sexuales y desintegración familiar. A estos grupos sociales se les ha negado todos los derechos humanos, tales como el derecho a la vida, la salud, la educación, la vivienda, en fin, el derecho al desarrollo.
Por último, se puede manifestar que la delincuencia juvenil es el resultado de la combinación de diversos factores de
riesgo y respuesta social. Se presenta en toda sociedad, en donde los antivalores de violencia, agresividad, competencia salvaje, consumo, se imponen a los valores supremos de la sociedad, como la tolerancia, la solidaridad y la justicia.

La delincuencia juvenil femenina y su comparación con la masculina



La delincuencia juvenil femenina comenzó a estudiarse específicamente a finales de los años 60, momento en el que, con el movimiento de liberación de la mujer, se comienza a percibir socialmente un aumento considerable de la misma.
Como principales teorías acerca de la delincuencia femenina podemos destacar, fundamentalmente, las siguientes:
· Teorías clásicas: biológicas, psicoanalíticas y psiquiátricas.
· Teorías intermedias de índole individualista con proyección social: Thomas, Pollack, Cowie.
· Teorías de carácter social: enfoque funcionalista (teoría del rol y teoría de la igualdad de oportunidades) y enfoque crítico (teoría del control social y teoría de la dependencia económica).
Las teorías clásicas trataron de explicar el fenómeno de la delincuencia femenina sobre la base de aspectos individuales, bien de contenido biológico (anormalidades bioantropológicas, desarrollo sexual, etc.), bien de contenido psicoanalítico o psiquiátrico, en los que subyacía siempre la equiparación entre delincuencia femenina y trastornos biológicos o psíquicos.
Y, pese a haber sido superadas científicamente, lo cierto es que estas teorías están fuertemente arraigadas en la sociedad y han influido notoriamente en los trabajos criminológicos hasta épocas recientes, como en SMART, quien concibe a la mujer delincuente como una enferma mental.
La evolución de la criminología y el rechazo del determinismo biológico-individual dio paso a teorías de carácter social, que han servido de base a las actuales teorías sobre la delincuencia femenina. Entre ellas podríamos citar los estudios sobre la Ecología Criminal, el Aprendizaje Social o la Teoría del Etiquetado.
Pero, sin duda alguna, las mayores aportaciones de la criminología al estudio de la delincuencia femenina han llegado con las Tesis Funcionalistas y la Criminología Crítica.
En el caso de las teorías funcionalistas (entre ellas, especialmente, la teoría del rol y la teoría de la igualdad de oportunidades), el mayor interés ha consistido en explicar el aumento que ha experimentado la delincuencia femenina y los cambios en las formas de comisión de los delitos; mientras que la criminología crítica (especialmente con la teoría del control social y teoría de la dependencia económica) ha mostrado interés por el estudio de la influencia del control social, formal e informal, que recibe la mujer sobre su conducta criminal

En nuestro país, los trabajos de carácter empírico sobre la delincuencia juvenil femenina y su evolución son ciertamente escasos, por lo que, podemos decir que, a pesar del avance experimentado por la criminología, se continúa trabajando con la idea tradicional de que el delito femenino responde a los mismos modelos que el masculino, aun a sabiendas de las diferencias que existen entre ambos sexos.
Sin embargo, sí quiero destacar el trabajo llevado a cabo en este campo por la Unidad de Investigación Criminológica de la Universidad de Castilla La Mancha sobre la comisión de algunos actos delictivos y predelictivos en la población femenina española de 14 a 21 años. Sobre una muestra de 2.100 sujetos, de 14 a 21 años, compuesta al 50% por hombres y mujeres, distribuidos homogéneamente en cuatro grupos de edad (14-15, 16-17, 18-19, 20-21), los resultados nos ofrecen las siguientes conclusiones:


1. Ante todo, el comportamiento problemático de las chicas responde, en general a las mismas características que el comportamiento de los jóvenes de su edad.
2. Un 89,1% de las chicas han llevado a cabo "alguna vez" al menos una de las conductas estudiadas por los investigadores de la UCLM.
3. Las conductas con mayor prevalencia son, en ambos sexos, aquéllas que podríamos definir como transgresoras de las normas, pero que no podemos calificar de delictivas, tales como consumir alcohol, faltar a clase, vandalismo, etc; siendo además la incidencia media, similar en ambos grupos de jóvenes.
4. También se observa que ambos sexos tienden a realizar estas conductas en compañía de otros amigos, dato este, que confirma la importancia del grupo en muchos de los comportamientos juveniles, y corrobora la tesis que afirma que la inadecuada socialización debilita los vínculos del joven con los grupos convencionales de la sociedad, como la familia, la escuela o el trabajo; y le induce a crear vínculos con grupos no convencionales o desviados, donde el joven puede encontrar reforzada su conducta desviada.
5. Las diferencias fundamentales encontradas hacen referencia a la prevalencia o tasa de participación, que es significativamente más baja en la mujer para la mayoría de las conductas y de las categorías en las que se engloban, cuando se les pregunta si lo han hecho "alguna vez" en su vida. En cambio, si nos referimos a los comportamientos realizados "en el último año", las diferencias no son tan marcadas, aunque las mujeres siguen participando menos que los chicos en todas las categorías. Asimismo, los datos revelan que las mujeres se inician en la mayoría de los comportamientos estudiados más tarde y la prevalencia comienza a decrecer a una edad más temprana, encontrando las diferencias más llamativas en el caso de las conductas violentas contra objetos y contra personas, mucho más frecuentes entre los chicos que entre las chicas.
6. Algunas de las razones que explican porqué las mujeres se muestran menos propensas a comportarse de forma problemática se encuentran el algunas variables psicosociales como el control familiar o las relaciones afectivas. Del análisis de estas variables se desprende que ciertos aspectos de la socialización de las chicas y de su estilo de vida responden a unos valores, tradicionalmente asociados a la mujer, que se consideran protectores con respecto a las conductas antinormativas. El mayor control familiar sobre con quién y cómo pasan su tiempo, su preferencia por pasar su tiempo libre en familia o pareja, y sus mejores resultados escolares, explican, en gran medida, la menor propensión de la mujer a participar en los comportamientos
delictivos.

Manifestaciones de la delincuencia juvenil



Las Pandillas


Es la reunión habitual, ocasional o transitoria, de tres o más personas que sin estar organizadas con fines delictuosos cometen en común algún ilícito.
Una pandilla es un grupo de adolescentes o jóvenes que se juntan para participar en actividades violentas y delictivas. Las pandillas están constituidas comúnmente entre niños o jóvenes de 13 a 20 años.
A través del
tiempo este fenómeno social ha ido evolucionando y creciendo cada día más, las pandillas hoy en día están constituidas por la mayoría de jóvenes que llegan a delinquir en algún momento, la pandilla puede ser un causante para que los jóvenes delinquen y vallan contra las buenas costumbres establecidas y aceptadas por la sociedad. A continuación analizaremos el concepto de pandilla y la diferencia con la delincuencia organizada.
Los problemas del pandillismo o pandillerismo juvenil urbano dieron lugar a la reforma del
Código Penal que introdujo dicha figura como agravante en la comisión de cualquier delito: hasta una mitad más de la pena aplicable a este. Por pandilla se entiende "la reunión habitual, ocasional o transitoria de tres o más persona que sin estar organizadas como fines delictuosos, cometen en común algún delito".